María · Cris

Cuánto nos llena el corazón de vida el pensar en todas las personas que nos habéis ayudado y seguís ayudando. Sin vosotros este sueño seguiría en el mundo de los sueños.

Sois una caricia tan fehaciente de que todos somos uno, de que en equipo se puede hacer tanto más que solitos, de que compartido con gente maravillosa se disfruta más, de la interdependencia que es continuamente este gran Universo. 

Lo primero mamá María, la mamá de María, por la vida, por la comprensión, escucha y fuerza para crear el sueño en el mundo tangible. Ella da la mano (cuando se la pido) y es como un hada madrina, empiezan a ocurrir milagros tras milagros... todo lo increíble sucede como por arte de magia... qué fuerza de mujer... y cómo la adora su nieto. Gracias mamá también por cuidarlo tanto y darnos así mucho tiempo. 

Y mamá Angelita, la mamá de Cris, tan simpática y buena y con esas manos que hacen birguerías en la cocina y nos ha alimentado tanto y así dado tiempo y descanso y risa. Y el amor mutuo con su nieto nos derrite a todos también. 

Las familias de ambos, ahí siempre para dar ideas, impulso, soluciones, esperanza y todo el cariño del mundo. Muy en especial los tíos Eduardo y Mercedes, que desde pequeñita me han animado a pintar, soñar, imaginar... hacer todo lo que me moviera, ya resultara ser algo dentro o fuera del tiesto. Y a la abuela Angelines que mece con su calma y su experiencia, como el silencio sabio que te da un templo antiguo. 

A todos los que participasteis en el crowdfunding inicial, por vuestra confianza y vuestros aportes: ambas cosas mueven montañas. 

A Diego, siempre ahí para todo, y a toda su familia, que ha permitido y apoyado siempre que nos tienda una mano generosa. 

A Borja, con entusiasmo y su amor por este proyecto y por la nutrición, la fertilidad y el parto natural, nos ha acompañado en mil preguntas y baches y soluciones. 

A Heidi, con sus conversaciones llenas de sabiduría y risas en todo el camino de preparación.

A Pedro, su buen gusto y su ojo experto y su gran cable con el diseño.

A Riene por su esperanzadora y generosísima participación, su absoluta confianza y alegría y sus meditadas ideas esté donde esté sin teléfono inteligente... con telepatía. 

A Gwen, por las fotos increíbles, sus ojos chispeantes y su cariño absoluto por el peque y por todos.

A Freepik por las fotos que aún no habíamos logrado hacer en la finca. 

A Mark y Fay por prestar vuestras manos y vuestra alma para arreglar en la finca tanto. 

A Adam y Auntie Beckie por vuestra absoluta devoción y profesionalidad para añadir belleza a todo esto.

Al larguirucho y la pequeña, vivo ejemplo de salud sin vacunar y sus espíritus tan puros. 

A TarSam, por todo tu descubrimiento arqueológico de caminos preciosos y tu cuidado infinito.

A Madelaine y Julia por su espíritu impulsor, emprendedor y su gran inyección de confianza en esta vida que vivimos "con tanta intención".

A todos los ahora amigos que llegaron como voluntarios cuando esto era un paraje mucho más salvaje: Gregory, Lisiane, Jakub, Hanna y las peques, el maestro Zentollo, Lyes, "Los checos", Marie, Veronique, Alba, Chan... 

A Tonio y María que, sin aún haber venido ni conocernos en persona, ya estáis dando y ayudando tanto desde lejos. 

Y, no por ser últimos menos: al gato Bla, que con su ronroneo y sus mil vidas añade tanta calidez a la nuestra; a la yegua Valentía, maestra de cómo guiar desde la alegría, la escucha y la confianza; al pequeño Javier, nuestro gran regalo del cielo, ese pedacito de Dios que nos enseña incansable y con toda la paciencia del mundo a sacar lo mejor de nuestra calma, generosidad y alegría, y que ha sido el principio de la manifestación de un sueño desde hace tanto soñado. 

Y la magia continúa con vosotros, que venís a compartir en este rinconcito retirado de tanto, vuestras historias, sueños e ilusión, y que nos dais motivación y sustento para seguir adelante.  

​